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La vuelta a mi mundo sobre una bicicleta

Después de serme negada una beca hace algo mas de dos anos en mi país natal me subí a una bicicleta con 30 kg de equipaje y salí de mi casa con el sueño de recorrer Sudamerica en bicicleta.

6 países sudamericanos recorridos, 1 avión de regreso a casa, y 15 meses después empiezo este blog para re-capitular lo vivido y sonar con lo que viene por delante.

Cuando me negaron una beca me independizaron

“Voy a estudiar un masterado para disfrazar el desempleo”.

Lo escuche en una conversación y a pesar de que reí al escucharlo, era exactamente lo que estaba haciendo en ese momento de mi vida.

Tras 3 anos de graduarme de arquitecta y andar perdida entre trabajos freelance, voluntariados y proyectos personales que no salían, la idea de que alguien me pagara por estudiar fue una opción tentadora.

Poder postergar un poco mas el hacerme cargo de algunas preguntas esenciales sin resolver en mi vida.

-Y ahora, que hago?

El 28 de Diciembre del 2015, a fines narrativos, es el día de mi independencia.

Tras 6 meses dedicados a preparar exámenes y documentos para estudiar un masterado en Barcelona el “No aprobado” fue un rotundo final a mi salvavidas temporal del momento.

Recostada en el parque junto a mi bicicleta y mirando unos niños jugar me di cuenta que no tenia un plan B. Estaba ante una crisis a mis 25 anos que yo culpaba a la profesión y la salida de emergencia no funciono.

Pase de un lugar de ejecución a uno de dirección, que en mi propia vida, no sabia como ejercerlo

Me sentí inmersa en un espacio sin deberes, obligaciones. Sin jefe ni tutor.

Sin guion

“Lo deje todo y me fui”.

Es la frase que mas escuche conversando con otros viajeros. Mi caso, era exactamente el contrario.

No deje ni un trabajo, ni una carrera brillante, ni un novio esperando.

Mis propiedades materiales no sumaban mas que una bicicleta, una computadora y un par de libros amontonados en la casa de mis padres donde estaba viviendo.

Sin trabajo, sin proyectos encaminados y con una vida social en restauración, (tras haber vivido fuera del país por 7 años) mi pista estaba despejada para emprender un gran cambio.

No tengo nada – pensé- y sentí el peso de esa levedad. Sentí un confuso sentimiento entre muy triste y muy feliz. La idea de libertad es difícil de asimilar pues todos necesitamos algo a que aferrarnos, aunque sea provisoriamente.

Sin mas respuestas que pudiera encontrar en un viejo guion empece a esbozar uno nuevo.

Paréntesis, un momento vital

Un momento de vida aparentemente sin sentido me abrió un paréntesis temporal en el que sentí que tenia permiso de hacer lo que me diera la gana. Al igual que un ano sabático, son espacios de permiso que nos permitimos para descansar de una vida oficial y proyectada que continuamente nos exigimos.

Libros de Rodolfo Kusch, Eduardo Galeano y charlas de Dario Sztajnrajber habían sido los puntos de encuentro de muchas conversaciones de mis últimos 4 años.

Las ideas y los sueños están siempre reciclandose, nunca se pierden. Cambian los nombres, las formas, los tiempos pero responden siempre a algo original, a inquietudes esenciales.

“Quiero viajar por Sudamérica”.

Esta vez, la idea se condenso en forma de movimiento.

Mire mi bicicleta, recostada junto a mi en el parque. Se había convertido en mi independizadora de movimiento en la ciudad. La bici media mis ganas de ir a cualquier lugar. Si quería estar en algún lado, solo dependía de mi el llegar.

Ley de atracción

Toda idea crucial en la vida necesita un rito para materializarse. El mío fue escribir a Coco:

Me voy a viajar por Sudamérica en bicicleta – le dije, como quien cuenta casualmente que se va un fin de semana a la playa.

Y con que guita? – respondió ella, mi cable a tierra.

– Voy a trabajar de lo que sea – le dije y lo decía en serio.

El dinero venia siendo un conflicto en mi vida. Esa cosa que separa el mundo del niño y del adulto. Había que vender (o alquilar) lo mas valioso que tenemos, nuestro tiempo, por un cheque a fin de mes.

En cuanto el conseguir dinero no fuese un objetivo en si mismo sino un medio para alcanzar algo concreto, mi mente se enfoco en conseguirlo sin el peso que me generaba antes.

Dos días después de declararse mi independencia y dos días antes de terminar el año me llego un mensaje de un conocido que buscaba una arquitecta que andara en bicicleta para diseñar el plan de las nuevas ciclovías de la ciudad.

La vida a veces te ofrece todo para vivir una buena historia, solo hay que estar abierto para fluir con ella.

Fue así como mi dirección, mi medio de transporte y mi sustento económico estaban parcialmente resueltos. Solo quedaba tomar la decisión mas importante:

-Cuando salis? – pregunto Coco.

La linea entre la preparación y la postergación de cualquier proyecto es muy delgada, y ya tenia experiencia con numerosos proyectos que no supe arrancar en su momento.

Tras hacer unos cálculos rápidos de tiempo suficiente para ahorrar ,renunciar y preparar todo el equipo lo solté:

– Salgo en Febrero del 2017. – lo dije y una vez mas, lo decía en serio.

En Maras, Peru en Julio del 2017

El 25 de Febrero del 2017 salí de mi casa con la bici cargada y 3 amigas con las que bautizamos el proyecto Warmifonias.

Seis países y 8 000 km pedaleados después nos encontramos culminando una etapa con mas preguntas que respuestas.

Los viajes al igual que la vida, no tienen un inicio ni un final, y todo lo que decimos sobre ellos son solo intentos de relatarnos a nosotros mismos.

Este es mi proyecto – vida de de-construccion del mundo que apresurada y distraídamente fui construyendo durante muchos años.

Viajar por el mundo sobre una bicicleta, escribiendo, dibujando y perdiéndome en el acto es el proyecto que vivo actualmente.

A través del movimiento geográfico quiero conocer el mundo y sobretodo, conocer mis mundos internos. A cercarme a esos recónditos lugares que habitan en nosotros como desconocidos: nuestros mapas mentales.

Y en esta tarea que durara una vida entera los invito a acompañarme en el intento .

Bienvenidos a mis viajes, por favor, pierdanse en el camino!

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